jueves, 24 de septiembre de 2009

LOS HIGOS, LAS NUECES Y LOS MEMBRILLOS

Cuando el verano declina, aparecen estos frutos tan sorprendentes: los higos, fràgiles y humildes en versión verde o negra, son una delicia cuando se pueden coger directamente del àrbol, con una gotita que rezuma por el agujero en la base de esta fruta. Una delicia de la cual es difícil abstenerse cuando las vemos en su justo punto de madurez...
La nuez, con ese aspecto de cerebro con sus dos hemisferios, es muy apreciada y valorada por los dietistas. Las nueces apatecen cuando la temperatura empieza a bajar, son realmente apetitosas y cuesta parar, cuendo se empeza a comerlas, tan ricas y tan bonitas en su forma, son la embajada del anuncio que se avecinan tiempos más frios.
De los membrillos hay que destacar su magnífico perfume, que es muy sutil y refinado, pero la fruta tal cual no es "comible" pues su carne es de gusto áspero , dura , y muy difícil de cortar, por eso se utiliza siempre cocida con azúcar para hacer confitura de membrillo. Me encanta hacerla, pues logro que los tarros me duren hasta entrada la primavera.
Por si alguien quiere saber una "delicatessen" que me entusiasma, atención al dato: hay que hacer un cocimiento lento del membrillo con agua, y que quede algo clarito, añadiendo parte del agua de la cocción, algo así como una mermelada , se pone en un bol o tazón grande a partes iguales, un yogur y la mermelada, se mezcla bien y se calienta en microndas hasta dejar la mezcla templada. Es "bocatto di cardinale" de verdad!
Bueno, después de esta digresión otoñal culinaria, espero que alguien se anime a probar estos frutos tan sabrosos sanos y recomendables. De las setas hay tanto que hablar, que lo dejo para los micólogos.

miércoles, 16 de septiembre de 2009

Y VUELTA A EMPEZAR EL CURSO...

El curso ? qué curso? pero si ya no voy al cole! ni voy ya a enseñar al cole! . Es igual , no importa nuestro papel en la máquina del tiempo, cuando empieza el cole, y por extensión cualquier actividad docente, las cosas cambian , los atascos se concentran a determinadas horas y los servicios ´de transporte también. Los teatros y cines se desperezan de su letargo estival y parece que todo retoma un ritmo normal. Para mí que de normal no tiene nada, pero se ha dado en llamar así esta vorágineque ya no cesará hasta la locura de la navidades.
El ritmo estacional tan lento pero firme, nos llevará de la mano hasta otro verano, pasaremos calor otra vez , y otra vez nos quejaremos. Todo vuelve machaconamente envuelto en su circunstancia y nosotros hemos de ir tirando del carro haga frio o calor. Algunas veces pienso que somos como unos condenadosz a galeras permanentes , con la única diferencia que de vez en cuando se nos permite un cambio de ritmo, de lugar o incluso con suerte de ocupación, pero el curro nadie nos lo quita
Son meditaciones algo aburridas pero lo trae la propia vida, qué le vamos a hacer...