jueves, 21 de enero de 2010

LA CUESTA DE ENERO

Una cuesta difícil la de este enero, por diversos motivos, económicos la mayoria, que han puesto en evidencia unas disparidades de criterio en el seno de la Comunidad Europea al respecto.
Nadie se quiere mojar y cortar por lo sano, el vaivén de la inmigración desestabiliza algunos presupuestos municipales, no pensados para atender a tantísima gente que además no encuentra trabajo y se transforma en un potencial peligro, si la situación no encuentra un cauce racional de convivencia pacífica como seria de desear.

Los políticos, hartos de la situación, se dedican a soñar grandes eventos, como ferias internacionales, forums de culturas decadentes, olimpiadas y otros eventos deportivos, musicales, o de lo que sea, para aparentar que aquí no pasa nada y que estamos muy contentos...

Tanta hipocresia y tanto no querer abordar las cuestiones importantes saliendo por la tangente, es un "talante"muy caro para un país como el nuestro donde el paro está paralizando la industria, el gran motor sobretodo en Cataluña y el País Vasco, desde mediados del siglo XIX, y que tanto esplendor dió a la sociedad de entonces. Qué dirian si vieran cómo dilapidamos aquello que ellos levantaron con tanto esfuerzo.

La sociedad civil tenia gran peso en la sociedad, sólo hay que pensar en que el Liceo de Barcelona y el Palau de la Música fueron sufragados por subscripción popular, y ahora algunos incluso se atreven a vivir del cuento a partir de alguna de estas entidades que dieron y dan todavia prestigio a la ciudad.
Muy lamentable, pero cierto. La mayoria de ciudadanos contemplamos perplejos todo este trasiego de personalidades poco maduras a distintos niveles, y con responsabilidades mal asumidas las más de las veces.
Mientras tanto, otros mueren a miles porque quizá la Tierra, harta también de aguantar tanta idiotez, se resquebraja y revuelve sobre sí misma, pagando justos por pecadores, como casi siempre.

2 comentarios:

  1. Estimada Montse:

    La Tierra, afortunadamente, es ajena a nuestra idiotez. Ajena en el sentido de que no toma represalias, al revés: soporta nuestra absurda desmesura. Como también la soportan nuestros propios congéneres de la gran mayoría de la humanidad.

    La situación socioeconómica actual es la consecuencia de un largo proceso de acumulación de la riqueza, de apropiación del esfuerzo ajeno y de ambiciosa especulación. Consecuencia del desentendimiento del vínculo que nos conecta con la Naturaleza y con nuestros semejantes.

    Pienso que hasta que no estemos dispuestos a repartir, a prescindir de parte de lo que tenemos...esto no tendrá arreglo.

    Un abrazo.

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  2. Por descontado que las desgracias se producen sin relación con nuestra idiotez, pero al menos déjame exagerar un poco!. No sé si sabremos prescindir de parte de lo que tenemos, pero... qué tenemos? aparte de dificultades para entender tantas inconguencias, tantas desigualdades, tanta hipocresia en fin, que dan ganas de marcharse a algún planeta de estos nuevos que descubren con agua y condiciones parecidas a las de la Tierra.

    Un abrazo y gracias por tu comentario.

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