martes, 27 de abril de 2010

LOS MALES DE NUESTRO TIEMPO

No sabemos quien maneja los intereses que hacen posible que la agricultura sea infravalorada, y las tierras de cultivo zonas susceptibles para ser reconvertidas en urbanizaciones u otras infraestructuras. Que yo sepa no venden hectáreas cultivables en ninguna tienda, es un bien que está ligado a la tradición de familias que durante generaciones han cultivado sus tierras y criado animales para su sustento. Esto pronto será un recuerdo romántico que algunos recordarán de la época de sus abuelos y basta.
Cuando compramos en el mercado, no nos importa de donde procede lo que ponemos en el carrito, consumimos productos que vienen de muy lejos, y tan contentos.
Es como renegar de lo nuestro, no valorar nuestros productos, con honrosas excepciones, claro está, pero no basta.
El domingo hubo unas personas que se manifestaban en contra de la construcción de un polígono en tierras agrícolas, cerca del pueblo de Folgueroles donde nació Jacinto Verdaguer.
La situación era bastante curiosa, pues el trato ya estaba hecho y por tanto no se replantearia en ningún caso un cambio en el destino de unas 10 hectáreas, para ampliar un polígono ya existente. Contra quien o qué se hacia esta protesta, si la suerte ya estaba e echada? una cuestión testimonial meramente, el derecho al pataleo y basta. Son cosas de cada dia, un poco más aquí o más allá, se van borrando las señas de identidad en favor de negocios impersonales de multinacionales o similares. Un domingo triste, ciertamente.

6 comentarios:

  1. Es complicado el tema, en teoría los productos agrícolas de la tierra a veces son más caros que los importados, y el consumidor, en general, quiere precios más bajos. Por otro lado supuestamente si compramos esos productos a otros países más baratos les apoyamos en su economía. Por otro lado todo tiene un impacto medioambiental por eso del transporte, cuando no, en su caso, peores condiciones de trabajo de dichos trabajadores del campo. Complejo todo. Luego además desmantelar agrícolamente países enteros no sé si es muy inteligente. Lo del consumo local se ha puesto de moda otra vez. También es cierto que no podemos consumir local todo, ni los productos agrícolas ni nada, y que la autosuficiencia es poco posible (o la autarquí, visto desde otro lado ;-), y que el comercio es más propia de pueblos más desarrollados.

    A mí me da pena que el campo muera, además creo que si no hay agricultores o pastores, o gente que viva allí, que es´te, el campo, en el sentido de naturaleza, se deja ir muchas veces, acaba todo en maleza, hay más incendios.

    No sé, yo no lo tengo claro, no sé qué sería sostenible y qué no.

    Un abrazo.

    PS: Y sí, lo peor es que hoy todo es más uniforme...

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  2. Muchas gracias por tu comentario, ciertamente no podemos cultivar de todo aquí como por ejemplo "piñas de América" como su nombre indica.
    De pequeña miraba sorprendida las cestas de Navidad en algunos comercios de alimentación de lujo, y la piña me parecia un manjar inacccesible y carísimo, y así era, nos teníamos que conformar con rodajas en almíbar enlatadas. La diferencia es realmente muy grande en favor de la piña natural. Pues ahora, por poco mas de un euro tengo unas piñas en su punto estupendas y sabrosas, y con fibra muy saludable.
    A mi lo que me sabe mal de todo esto, es que se abandonen cultivos, sean de lo que sean, y se ponga cemento y más cemento. Como apuntas tu muy bien, se crean zonas de bosque descontrolado y sucio, que provocan frecuentes incendios.
    Un agricultor es como un jardinero que no solo arregla los campos, tambien los márgenes, los caminos, i frena la proliferación arbustiva incontrolada.

    Un abrazo.

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  3. El ocaso del mundo rural autóctono es consecuencia de la globalización de los mercados, algo que se sostiene porque la energía (a pesar de todo) sigue siendo barata.
    En última instancia es una cuestión energética, si ahorrásemos energía ganaríamos parte de lo perdido en nuestros campos.

    Saludos.

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  4. Un mundo abierto es un mundo diverso y enriquecedor. Lo malo no es comprar a cualquiera sino comprar por comprar. Es justamente entonces cuando se pierde la identidad.

    Somos protagonistas de lo que hacemos y, por hacer lo que hacemos o por dejar de hacer lo que dejamos de hacer, somos responsables de nuestro destino colectivo. Si nos entregamos con alegría a esta sociedad de consumo en la que nos dejamos mover como marionetas por la fiebre consumista y por el circo de los "realities", seremos marionetas de intereses ajenos, pero -sobre todo- de nuestra desidia.

    Yo no echo la culpa a las multinacionales, Montse, por lo que hacen. Yo echo la culpa a los que dejamos que lo hagan con nuestra desidia. Ni siquiera echo la culpa a los políticos porque tan solo son el triste reflejo de nuestra mediocridad como sociedad.

    Un abrazo y enhorabuena por tus interesantes y sagaces reflexiones.

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  5. Gracias Javier, este desequilibrio entre energia y mundo rural autóctono, es posiblemente la causa de que se esté abandonando la agricultura. Ya veremos a que nos lleva todo esto...

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  6. Sí Emilio, la mediocridad es lo peor, y encima ser marionetas de intereses ajenos. Nuestro destino colectivo, ahora mas que nunca, pende de un hilo, no sé que pensar sobre todos estos factores negativos que se están cebando en la pasividad y la desidia de los que deberian dirigir el país.

    Un saludo.

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