martes, 28 de julio de 2009

EL VERANO Y NOSOTROS

El verano, tiene unas caracteristicas diferenciales dependiendo de la latitud. En nuestra zona templada, gozamos de unos veranos que a veces parecen de zona tórrida, sobretodo hacia el sureste de la península y algunas zonas interiores, las cuales al no tener el alivio de la brisa marina parecen auténticos tostaderos, si a esto añadimos una humedad alta, obtenemos temperaturas llamadas de sensación que pueden rozar los 40 grados sobretodo entre el 15 de julio y el 15 de agosto, la época canicular por excelencia.
Las medidas que se pueden adoptar hoy en dia para no sufrir los efectos del calor, suelen ser en muchos casos de tipo refrigeración energética, es decir instalando un aparato que conectado a la red eléctrica , nos proporciona un ambiente más fresco. No siempre ha sido así, hay todavía muchas casas en el campo, en que los materiales para construirlas (adobe), estaban destinados a obtener un clima cálido en invierno y fresco en verano, con un nivel importante de inercia térmica. Esto quirere decir que si calentamos el interior y lo mantenemos, con poco gasto de calefacción tendremos siempre la temperatura deseada. Y en verano ventilando por la mañana temprano y cerrando luego ventanas y persianas, lo mismo con el fresco que queda dentro sin más trámite. A esta forma ancestral de conseguir una temperatura adecuada con poco gasto energético, se ha dado en llamarlo una casa "bioclimática". Pero pasa, que por más que en un pisito con paredes de las de hoy, nos esforcemos en hacer todo lo indicado, no resulta, pues no es lo mismo un muro de adobe de 40 ó 50 cm. de grueso que una pared delgada de materiales huecos....le voilà.
Hoy las ciencias adelantan que es una barbaridad, puede que sí, pero a costa de unos costes energéticos, que no sé hasta cuándo podremos permitírnoslos sin carganos nuetro pequeño planeta azul.
Epicuro y sus amigos supongo que en verano optaban por pasear por lugares cercanos a corrientes de agua, con intensa sombra, o jardines con árboles y arbustos cerca de estanques o fuentes para aliviar el calor.

6 comentarios:

  1. Buena razón tienes en lo que dices, que en este mundo de postín y dinero, no cuidamos nuestra comodidad sino nuestra bolsa. Y aún así, me temo que hacemos el tonto, porque -como bien dices- los antiguos hacían mucho más por su comodidad aunque tuvieran menos medios.

    Epicuro y los suyos, además de disfrutar de los privilegios del ecosistema, supongo que también le tocaría aguantar -como a todos- el calor en verano y el frío en invierno. Lo bueno es que en sana compañía, fruto de la amistad, todo es más llevadero.

    Gracias por entregarnos tu saber, amiga. Es un verdadero placer...

    Un gran abrazo.

    ResponderEliminar
  2. El placer es mútuo amigo Suri, me encanta encontrar personas tan distintas en la red, cada una con sus intereses, sus inquitudes, con sus pequeños o grandes problemas, o con unos ideales que les llevan a planear sobre las cosas menores con la elegancia de un águila, como en tu caso.
    Todo es más llevadero para quien aprecia la amistad en su justo valor tal como dices, gracias por tu comentario.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  3. Cierto, y mucho, es que en los pisos actuales (por más aislante que ahora quieran añadir) no se obtiene la misma inercia térmica que en las casas de gruesos muros. Pero, también hemos de considerar que nos estamos acostumbrando tanto a la climatización artificial que perdemos parte de nuestra capacidad de aguante.

    Epicuro y sus amigos sufrirían los calores y el frío, buscarían sombra o abrigo y, sencillamente, no les quedaría otra que conformarse con lo que había...que no era poco si era en buena compañía.

    Y, de cualquier modo, un poquito de estoicismo climático también ayuda a sobrellevarlo.

    Abrazos.

    ResponderEliminar
  4. De acuerdo Javier con lo del el estoicismo, no sólo climático, tambien del dolor, de las pequeñas molestias, de las que hacemos montañas muchas veces sin necesidad.
    La capacidad de aguante es tan frágil que siempre estamos a la greña por naderias...
    Tambien es verdad que en buena compañía, no te enteras mucho de si hace calor o frío, es un buen termómetro a veces , de la calidad de la relación.

    Un abrazo,

    ResponderEliminar
  5. Eso que buscaba Epicuro se llama "locus amoenus" y lo seguimos buscando -o soñando- muchos hoy todavía. Creo, en realidada, que quienes buscan lo agradable, en vez de lo lujoso, son de esta cuerda. Pero aciertas plenamente al poner a las personas en el primer lugar de tu lista de valores. Las personas primero, es mi axioma.

    ResponderEliminar
  6. Gracias Rosa, veo que todos estamos de acuerdo en lo básico: la sencillez, las costumbres austeras, el disfrute de la naturaleza, de la compañía, de todo lo placentero siempre con mesura. De "locus amoenus" los hay a montones en este bendito país en el que vivimos, y que dure...

    ResponderEliminar